sábado, 2 de mayo de 2009

2012 - Una Corrección

En la entrada sobre 2012, dije que el calendario maya acabaría la Cuenta (o Ciclo) Largo el 21 de diciembre de 2012. No es así en realidad. El origen de este nuevo Apocalípsis es una re-interpretación del Popol-Vu, libro que cuenta la creación del mundo según los antiguos mayas. Según el libro estamos viviendo el cuarto Ciclo Largo que comenzó un 13,0,0,0,0. Según autores New Age, el cuarto Ciclo acabará igual que el tercero. El próximo 13,0,0,0,0 sería el 21 de diciembre de 2012.

El calendario maya sería un sistema casi-vigesimal, o sea, de base 20. O sea:








20 kins (días) = 1 uinal
18 uinal = 1Tun
20 Tun= 1 Katun
20 Katun= 1 Baktun

De esta forma, el mayor número que puede ser creado es 20 baktun = 20x20x20x18x20 kin = 2.880.000 kin (días), unos 8.885 años solares .

De todas maneras me pregunto, por qué se espera que el Ciclo Largo actual tenga el mismo fin que el anterior? A esto me refiero cuando digo que se trata de re-interpretaciones de antiguas tradciones, contaminadas seguramente por toda nuestra cultura moderna.

El Calendario Maya

Escuché muchas veces decir que el Calendario Maya es mucho más preciso que el nuestro. Cuando pensamos lo que nuestra tecnología es capaz de hacer, la comparación de calendarios da a entender que los mayas poseían una tecnologáa aún superior. No quiero entrar aqui en el debate de si el calendario maya era mejor o peor que el nuestro. Prefiero colocar una perspectiva histórica.

El calendario en uso en el mundo entero, llamado Gregoriano en homenaje al papa Gregório XIII, fue instituido por el máximo prelado de la Iglesia Católica en octubre de 1582. Apenas 40 años antes había fallecido Nicolás Copérnico (1543). Galileo Galilei tenía 18 años, Johannes Kepler apenas 13, Isaac Newton todavía no había nacido. El telescopio era desconocido, y los relojes altamente imprecisos. El cambio en el calendario Juliano fue solicitado por el Concílio de Trento (1563), pasó por un largo proceso hasta ser instaurado en 1582 y algunos de los mayores astrónomos de la época, como Maestlin (maestro de Kepler) y Joseph Scaliger, consideraron que era pésimo. Sólo el prestigio de Christopher Clavius lo mantuvo vivo.

En realidad un calendario no necesita ser muy preciso. Sirve apenas para que los agricultores tengan una referencia razonable de la época del año y puedan decidir cuando sembrar, y cuando cosechar. Para la Iglesia Católica, el calendario debía marcar la época de la Páscua, ligada a las lunaciones y al equinóccio. Los calendarios son un reflejo de nuestra tradición cultural, social y religiosa.

Sin embargo una nave espacial con destino a otro planeta debe conocer el tiempo con una precisión mayor a 1 segundo. Entonces, si consideramos al Tiempo Atómico Internacional (TAI) como el calendario de nuestra era tecnológica, bueno, este es bastante más preciso que el maya.

viernes, 1 de mayo de 2009

2012

Áspero es el rostro del Dios este día y ásperas las cosas que trae.
Registro maya para el día 5 Ahau.

En Calendario Gregoriano 21 de diciembre de 2012, 11:11 GMT, en Calendario Maya 13,0,0,0,0 y en Día Juliano 2.456.282,9659722229. Esta es la cifra de la nueva Bestia, aquella que vendrá para acabar con la humanidad. No será un monstruo de 7 cabezas y 10 cuernos esta vez. Dicen que tres conjunciones nos aguardan cuando lleguemos al fin del ciclo (o cuenta) largo del calendario maya: el solsticio, un alineamiento con el plano galáctico, el máximo de actividad solar. Y que ocurrirá en ese día el Fin o un Nuevo Comienzo?

Desde que soy pequeño leo sobre presagios de Fin de Mundo. Crecí con el temor de que una guerra nuclear acabara con la civilización. Y confiezo que durante mi infancia y juventud nunca hice planes para más allá del año 2000. Era intituivo, no había nada racional.

En cierta forma es razonable la preocupación con el Fin del Mundo. Somos mortales, nuestra única certeza es la de nuestra propia muerte. A lo largo de la vida vamos, primero acostumbrándonos a la idea de morir, después, preparándonos de alguna forma para nuestro último acto. Preverlo, pensarlo, es una forma de vencerlo, tal vez. Así también actuamos en ralación al Mundo. Anticipar su fin nos da alguna forma de tranquilidad.

Y ahora estamos siendo colocados frente a un nuevo hito. Después de haber vencido el pasaje del milenio con cierta entereza, nos espera otra fecha magna en pocos años. Que hay de particular en ella? Bueno, simplemente que una hoja del calendario maya debe ser descartada, y comienza una especie de Año Nuevo. Un año de 1.872.00 días que, según arqueólogos modernos, habría comenzado el 13 de agosto de 3114 A.C. Como todo Año Nuevo, seguramente los mayas temieron lo que viniese después. Dejaron presagios, fórmulas para esperar un acontecimiento tan importante. Promesas para mejorar nuestra sociedad, y votos para terminar con los miedos y las enfermedades. Tal vez pensaron seriamente que vendría un Fin de Mundo. De todas formas, más de 1000 años los separaba de la fecha temida. 2012 era para ellos tan lejano como el Big Bang lo es para nosotros.

La cultura que generó esta tradición hoy no existe más (aunque los mayas continuan existiendo, como podemos comprobarlo viajando a México, Guatemala o Belize), pero nuestra sociedad neurótica de temores, reflotó sus mitos. Quien sabe si los interpretamos correctamente. Las creencias sólo tienen sentido dentro del ambiente en que fueron creadas.

Mientras tanto Google me informa que más de 1 millón de páginas de Internet contienen las palabras 2012 y apocalipsis (busqué en español, inglés y portugués). Contadores regresivos nos informan cuantos días, horas, minutos y segundos faltan. Intérpretes se pelean por dar la mejor versión.

Y yo miro este cuadro un tanto desolador y me pregunto como evitar tanta ansiedad innecesaria...

miércoles, 29 de abril de 2009

Credo

Debes creer me digo
y creo en el ombligo que me vio nacer,
en una yema batida para cinco
y en la máquina de coser,
Singer se llama y seguirá viviendo
que no cosiendo después del ombligo muerto.
Muerto?
Ya no morirá. Ha dado cinco ombligos nuevos
y uno de ellos otros cuatro
y dos mas, dos cada uno.
Asi seguirá hasta que una píldora
mate al amor
o un hambre mate a la píldora
o una bomba mate a los dos.

Alberto Giménez de Castro - circa 1968