viernes, 6 de enero de 2012

Las Siete Profecías Mayas: II - El Elcipse del 11 de agosto de 1999

La segunda de las siete supuestas profecías mayas, según el site Profecías Mayas dice que a nivel humano los cambios comenzaron el 11 de agosto de 1999 cuando ocurrió un eclipse solar.  La particularidad de este eclipse fue la disposición de los planetas en torno de la Tierra.  En palabras del site:
[...] fue un eclipse sin precedentes en la historia, por la alineación en cruz cósmica con centro en la tierra de casi todos los planetas del sistema solar, se posicionaron en los cuatro signos del zodiaco, que son los signos de los cuatro evangelistas, los cuatro custodios del trono que protagonizan el Apocalipsis según San Juan.
Para ilustrar esta afirmación muestran las siguientes figuras.




A pesar de que las figuras son de bastante poca calidad, en la superior vemos la distribución en cruz: arriba de la Tierra están Urano y Neptuno, por debajo, el Sol, Mercurio y Venus. A la derecha está Marte y a la izquierda se encuentran Júpiter y Saturno.  En la figura de abajo se incluye también el signo zodiacal en el que se encuentran los planetas: Urano y Neptuno en Acuario, en Tauro, Júpiter y Saturno, el Sol, Mercurio y Venus en Leo y Marte en Escorpio (Utilizando software libre yo recalculé la Carta Astral de ese mismo día y verifiqué que Venus está en Virgo y no en Leo). 

Para mostrar de otra forma esta afirmación calculé la posición de todos los planetas (incluyendo a Plutón ya que la astrología lo tomaba en cuenta todavía en 1999) el Sol y la Luna desde una visión geocéntrica (que es la que toma en cuenta la Astrología) para aquel día 11 de agosto de 1999 a las 11:00 UTC, momento próximo al máximo del eclipse solar usando, el programa Horizons, desarrollado por el JPL de la NASA. En la figura de abajo coloco los planetas en órbita alrededor de la Tierra en el orden que le daba la teoría geocéntrica, base de la Astrología.  Los planetas se encuentran además, a igual separación de sus vecinos, también de acuerdo con la teoría astrológica que no considera las distancias.  No coloqué las constelaciones porque, como debe saber el lector, existe un desfasaje con el Signo  por culpa de la precesión de los equinoccios.   


El círculo azul en el centro es la Tierra, los demás círculos rojos son los planetas, la Luna y el Sol.  Las circunferencias celestes marcan las órbitas. El alineamiento en forma de cruz (rectas verdes) se ve más aproximado que en el esquema usado de referencia. Plutón está completamente fuera del mismo, probablemente por eso no fue incluido.  

Sigue diciendo el site:
Además la sombra que proyecta la luna sobre la tierra atravesó Europa pasando por Kosovo, luego por Medio Oriente, por Irán e Irak y posteriormente se dirigió a Pakistán e India, con su sombra parecía predecir un área de guerras y conflictos.
Ilustran el texto mapas con el recorrido de la totalidad del eclipse tomados de un site de la NASA. Reproduzco aquí abajo, los mapas de ese site.  El eclipse comenzó en el Océano Atlántico Norte y fue pasando por Europa Central, ingresando  por el sur del Reino Unido para seguir por el norte de Francia, Alemania, Austria, Hungría, Rumania y Bulgaria (no veo que pase por Kosovo).



Ya en Medio Oriente pasó por Turquía, el norte de Irak e Irán.


Por último atravesó el sur de Pakistán y la región central de la India, terminando en el Oceáno Índico.


Este eclipse no tuvo ninguna particularidad astronómica. Su duración, en el momento de totalidad, fue inferior a los 2 minutos (los de mayor duración llegan a más de 7 minutos).  El recorrido que supuestamente privilegia lugares de conflictividad, en realidad se muestra más bien al contrario: pasó por doce países, siendo los conflictivos apenas tres: Irak, Irán y Pakistán. Por Irak pasó muy al norte, por Pakistán muy al sur.  Como mensaje, parece muy sutil (por no decir, bastante débil). 

Los mayas conocían los eclipses, claro, pero no existe ninguna prueba de que fuesen capaces de predecirlos. Entonces, de donde se puede suponer que fueran capaces de hacer profecías por medio de eclipses?  Esta es una profecía más que sin ninguna base científica, histórica o arqueológica.

martes, 3 de enero de 2012

La Siete Profecías Mayas : I - El aumento de la actividad solar

En el site www.profecias-mayas.com se menciona la existencia de 7 Profecías Mayas.   Se nos dice que los mayas dejaron esparcidas sus profecías en diferentes monumentos, piedras y códices, inclusive en los Chilam Balam, libros escritos después de la ocupación española en territorio maya, de los que hablamos en un post anterior.  Sin embargo en el texto del site no se dice por qué son siete ni tampoco se refiere precisamente de donde fueron extraidas. 

La Primera Profecía habla de un ciclo solar en sintonía con el jet galáctico. Textualmente copio parte del texto (obtenido el 3 de enero de 2012)

Los Mayas sabían que nuestro sol (ellos le llamaban kinich-Ahau) es un ser vivo que respira y que cada cierto tiempo se sincroniza con el enorme organismo en el que existe, que al recibir un chispazo de luz del centro de la galaxia brilla mas intensamente, produciendo en la superficie lo que nuestros científicos llaman erupciones solares y cambios magnéticos, ellos dicen que esto sucede cada 5125 años, que la tierra se ve afectada por los cambios en el sol mediante un desplazamiento de su eje de rotación, y predijeron que a partir de ese movimiento se producirían grandes cataclismos, para los mayas los procesos universales como la respiración de la galaxia son cíclicos y nunca cambian, lo que cambia es la conciencia del hombre que pasa a través de ellos, siempre en un proceso a la perfección. Basados en sus observaciones los Mayas predijeron que a partir de la fecha de su civilización desde el 4 Ahau 8 Cumku es decir desde el año 3113 AC, 5.125 en el futuro o sea el 21 de diciembre del año 2012 el sol al recibir un fuerte rayo sincronizador proveniente del centro de la galaxia cambiará su polaridad y producirá una gigantesca llamarada radiante.
Es interesante el texto porque hace referencia a cuestiones muy científicas, no sólo a temas simbólicos.  El Sol, dice esta profecía, se sincroniza con la Galaxia (y aquí la escribo con mayúsculas puesto que se trata de la Vía Láctea) por medio de un chispazo de luz y comienza a producir lo que los científicos llaman de erupciones solares, cambios magnéticos y un desplazamiento del eje de rotación terrestre. Esta sincronización ocurre cada 5.125 años (los 13 baktunes de la Cuenta Larga maya).  

El Sol efectivamente padece de erupciones y también  de fulguraciones o explosiones. Sin embargo su ciclo no es de 5.125 años, sino de aproximadamente 11 años.  El origen de este ciclo de actividad está en procesos internos que en su conjunto llevan el nombre de Dínamo Solar.  Y aún con bastante imprecisión podemos calcular razonablemente bien como evoluciona.  Yo diría que la predicción del ciclo de actividad  mejora a cada década.  Parte de este ciclo es la conmutación del Campo Magnético solar, que invierte su polaridad, o sea, el Norte se torna Sur y vice versa.  

Y cuál es la relación con la Vía Láctea?  Pues ninguna.  Partamos del hecho que la Vía Láctea no posee ningún jet en su centro como otros tipos de galaxia sí tienen (las llamadas Galaxias de Núcleo Activo), entonces mal podrá enviar ningún chispazo.  El Núcleo de nuestra Galaxia tiene, claro, un brillo (aunque en luz normal, aquella que apreciamos con nuestros ojos, queda absorbida por el polvo del camino) pero ningún periodo de 5.125 años le es conocido.  Diría más, ningún ciclo es conocido. 

El Campo Magnético terrestre también sufre inversiones como el solar, pero a diferencia de este, sus ciclos parecen caóticos.  En cualquier caso entre cada inversión pasan centenas de miles de años.  Aquí tampoco encontramos una relación con la Cuenta Larga maya y su ciclo de 5.125 años.  Y por último, el eje terrestre no sufre ningún desvío súbito, en realidad la dirección del mismo va cambiando suavemente dando una vuelta entera en más o menos 26.000 años, este período es conocido como Precesión de los Equinoccios.


Más adelante sigue diciendo el site de las profecías mayas:

La primera profecía nos habla del tiempo del no-tiempo, un periodo de 20 años llamados por ellos un katum, los últimos 20 años de ese gran ciclo solar de 5.125 años, es decir desde 1992 hasta el año 2012. Profetizaron que hasta ese tiempo manchas del viento solar cada vez más intensas aparecerían en el sol, desde 1992 la humanidad entraría en un último periodo de grandes aprendizajes, grandes cambios.
En este se afirma que la actividad solar se ha incrementado desde 1992 hasta ahora y que continuará esa tendencia.  Para verificar esta afirmación preparé un gráfico.  Lo realicé con datos del NOAA, un organismo norteamericano oficial.  En la figura de abajo pueden ver el resultado. 

La curva roja representa el Índice de Manchas, un número elaborado diariamente y que representa a la cantidad de manchas en la superficie solar (pueden buscar aquí la fórmula que lo define). Él valor del índice puede ser leido en el eje vertical (ordenadas) mientras que en el horizontal (abcisas) está el año.  Aquí yo estoy graficando el promedio mensual entre fines de 1991 y mediados de 2011.  Lo primero que vemos es la variación entre casi 0 y 220, que es lo que llamamos Ciclo Solar.   Hacia 1992 el sol estaba en un momento próximo al máximo y llegó a tener un índice de más de 200. Hacia 2001 ocurrió el siguiente máximo de actividad, pero el índice no alcanzó el mismo valor de 10 años antes. Es más, durante el  mínimo de 2008 llegó a tener un valor próximo de 0 (cero) cosa que no ocurrió en el mínimo de 1996 cuando el índice estaba alrededor de 10.  El final de la curva roja es a mediados de 2011, ya muy cerca del fatídico 2012.  Aunque la actividad solar aumentó, está lejos de ser preocupante. Es más, muchos científicos esperan que este ciclo tenga un máximo de menor intensidad que el anterior. O sea, al contrario de la primera profecía maya, la tendencia es una disminución gradual en la actividad solar

En síntesis, ni el Sol se sincroniza con un inexistente chispazo galáctico, ni la actividad solar está aumentando.  La profecía, como vemos, no tiene ningún sustento científico y al contrario ofrece informaciones equivocadas al lector.